viernes, 4 de mayo de 2012

"Cuando menos te lo esperas va la vida y te sorprende"

17 de Mayo, dos meses después.
Unos bostezan, otros sueñan despiertos. Nadie atiende al profesor. Ella ni bosteza, ni sueña, no mientra ninguna emoción. Está pensativa, más bien agotada con todo lo que le está pasando. Hace a penas dos meses, había tenido al chico de sus sueños a su alcance, pero no se había conformado con eso e intentando ser más lista que su corazón, buscó más, dejándose llevar por otras cosas.
-¡Carmen, despierta!- le susurró Carol, desde el asiento de atrás.
En ese momento, toca la campana. Nadie se queda en los asientos, unos salían al pasillo, a reunirse con otros amigos, otros comentaban lo del campamento, para lo que apenas quedaban unos escasos 35 días. Cuando estaban todos de pie, se hizo el silencio. Carol estaba muy contenta, ¡ese día cumplía los 15 años! Pero se le hizo tan extraño aquel silencio, que cuando iba a hablar, alguien le tapó los ojos.
- Cállate, pelirroja.
Como ese año el cumpleaños había caído en un jueves, pidieron permiso para tener la segunda hora libre, total, ese día tenían guardia.
Le destapa los ojos y...
-¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos Carol, un cumpleaños feliz!- aplausos, risas, complicidad.
-¡Eh, que falta su canción! - qué conexión. Carmen y Pablo a la misma vez. La chica sonríe, tímida, pero el chico, sin embargo, hizo una mueca de fastidio. Todavía le costaba verla y tener que pasar de ella, dos meses no le habían servido de nada, para ninguno.
En ese instante, la música colapsa los pensamientos de todos los "invitados". Pablo debería estar en matemáticas, pero había pedido permiso al profesor para poder pasar con su hermana una hora, sabía que para ella era importante.
"Carolina, trátame bien, no te rías de mí, no me arranques la piel."
-¡Carolina, trátame bien o al final te tendré que comer!- cantaban todos, riendo. Unos se la sabían mejor, otros peor, pero todos al fin y al cabo, participaban.
Aunque Carol estaba muy contenta, sabía de sobra que le faltaba algo. Y sabía de sobra el qué era, pero eso no dejó que la fastidiase. Lo tuvo en mente durante toda la hora, pero disfrutó igualmente. Y eso que todo era un pequeño entrante de la verdadera fiesta.


Sabía de sobra que era el cumpleaños de aquella pelirroja que lo traía loco desde hacía dos meses y poco más. 53 días antes, ya lo tenía apuntado en su calendario. Cada día iba tachando cuando se levantaba. Parecería egoísta a la vista de todo el mundo, pero se alegraba que cayese el cumpleaños en jueves. La chica no había parado de comentarle que ese fin de semana iban a salir de fiesta ella y sus amigos, así que ese día quería pasarlo con ella, aunque fuese "a través de una pantalla". Y es que, cuando menos te lo esperas, va la vida y te sorprende. No hace falta estar a escasos milímetros de una persona, para comprender que estás enamorado de ella. Y es que eso fue lo que le pasó a David con aquella chiquilla.
Lo comprendió todo cuando ella, no dejaba de viajar en su mente todo el día. Cuando antes de irse de fiesta, se pasaba para darle un buenas noches. Cuando la echaba de menos a todas horas. Y lo comprendió en ese momento...
- Y es que estoy enamorado de ella. - fue todo, cuando por la tarde, la vio aparecer por msn. Estaba dispuesto a pasarse la tarde hablando con ella, hasta que llegase la hora de arreglarse. Lo único que en ese momento le estaba defraudando, era que no podía ganar a la distancia y estar con ella.
La distancia no es más que un inconveniente, a lo mejor el amor la traspasa, como la pantalla.